lunes, 27 de mayo de 2013

ALBERT CONTRA ALBERT #1

Buenos días tios buenos!!
Hace BASTANTE tiempo que no escribo, pero joder, he ido haciendo cosillas y no he podido (o no me he acordado/apetecido) actualizar. Sorry mumma.
Además he empezado a trabajar en el aeropuerto y, aunque son pocas horas, hace que no dibuje tanto ni que haga muchas cosas.
Pero bueno, hoy empezamos con los blogs dedicados a mi PRIMER CÓMIC editado de manera profesional, nada de fanzines ni cosas raras, un buen TOCHO o NOVELA GRÁFICA de una extensión superior a 100 páginas.

Estoy MUY MUY MUY contento por publicar, aunque estoy como en un estado extraño, como aún no está publicado estoy contento pero me freno la alegría, no te flipes Arnau, aún no está dibujado, frena un poquito, aminora la marcha, no empieces con tonterías.
En estos blogs también contaré ideas, sentimientos acerca de la publicación, mentalidad, etc. Sé que puede ser un rollo pero yo agradezco cuando un dibujante, guionista, autor, escribe en su blog cosas que no son tan usuales. También y gracias a Rayco Pulido, hablaré de materiales, formas de trabajar, etc.

Lo primero que quiero hacer es contar un poco de qué va el libro y el tema de la publicación.
Yo estaba dibujando el año pasado un cómic llamado La selva negra, con un estilo parecido (intentando imitar al máximo) a Blain (1000 veces peor) . En fin. Estaba un poco estancado y me faltaban muy pocas páginas para terminarlo (unas 10). Pero algo me pasaba. Estaba bloqueado y no había manera de ponerme al tema. Además, hacía ya un tiempo que tenía una situación familiar delicada y no terminaba de asumirla, aceptarla y tirar para alante. Estaba bloqueado, enfadado, agobiado, y mil cosas más.
Y un día, no sé bien porqué, decidí hacer un proyecto sobre mi padre. Él vivía una situación bastante peculiar, y me creaba estas situaciones que no sabía ni podía controlar. Total, que dije, qué coño, voy a dibujar sobre la vida de mi padre. Sin ponerme del lado de nadie, sin ponerlo de bueno o malo (aunque es evidente es muy complicado), y, sobretodo, intentando no ser demasiado sentimental, o sin que la gente que lo acabe leyendo piense "ay, pobrecito", "cómo ha sufrido" ni cosas así (prácticamente IMPOSIBLE). Pero me apetecía. Y sabía que mucha gente estaba saturada de historias personales, medio trágicas, de penita, llorar, palmadas en la espalda y superación, pero... no sé, quise hacerlo.
Y me tiré el siguiente mes/mes y medio pensando. Suena ridículo o prepotente, pero tenía que buscar un lenguaje, una forma de dibujar diferente, unos colores, una técnica dentro de mis limitaciones y dar un paso adelante en mi trabajo. Parecen tonterías pero me parece importante el tema este de cambiar/modificar el estilo según el proyecto. (no hablo de una forma radical, aunque también apoyo esa mentalidad), si no de la intención al atacar el proyecto.

Y fui montando el puzzle básico del dibujo. Para contrarrestar con la historia que no deja de ser dura, decidí usar mucho el espacio en blanco. Luz, amplio, que respire por todos lados. Jugar un poco con el color blanco al máximo de mis posibilidades.
Y el color. Llevaba tiempo trabajando con color digital y me apetecía involucrarme de una manera más interior al trabajo (suena bastante de flipado), pero bueno, el tema del error, del no poder echar atrás, no borrar, lo que salga, así es y así se queda. Como salió en el momento. Decidí no borrar casi nada y al calcar y colorear, que se quedara como saliera. Bien, mal, ese soy yo, mi trabajo y aquí no engañamos a nadie.
Elegí usar lápiz de color para los fondos y acuarela para los personajes. Y la línea negra para los bordes de los personajes a lápiz. Textos a mano. sombras de color con lápiz de color. Y usar el ordenador para montar la página y los bocadillos. Y fin. El trabajo en el papel y a ver qué salía.
Hice bastantes pruebas de color intentando emular a -en pie- GIPI. Tenía su rollete pero joder, era una auténtica mierda al lado de Gipi. Y me volvía a pasar un poco como con el otro proyecto. Tenía demasiado al autor de referencia de forma visible y eso no ayudaba a mi trabajo.
Fui puliendo el uso del color hasta algo bastante minimalista. Me gustó. Así iba a quedar.

Y fue la primera vez que me sentí 100% orgulloso de un proyecto. Con sus pequeños desastres, errores, cagadas, pero joder, me molaba.

Y AQUÍ VIENE LO IMPORTANTE.
El cambio de mentalidad.
Pensé que podía ser perfectamente publicado. Por primera vez no me dejé llevar por el pesimismo o por mi visión de la realidad de un dibujante en españa.

Ya hablaremos de esto en el siguiente post.

Os dejo con una página del proyecto.

7 comentarios:

  1. Está fantástico. ¡Adelante!

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  2. Tu intención de dar más señales de vida por la blogsfera le da una alegría a más gente de la que imaginas, estoy seguro.

    ¡Qué ganas de saber más de Albert!

    Al lío mohtro!!!

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  3. ey, me entere de que estabas en el salon del comic en la zona fancines, me caguen, espero que todo rule bien


    un abrazo!!!

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  4. Estoy muy orgulloso de ti Arnix!!

    Dale caña a ese Albert contra Albert, maquinote!

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